El sindicato liderado por Hugo Moyano aumenta la presión con un pedido de ajuste salarial trimestral, en medio de un clima de tensión con el Ejecutivo.
En un nuevo capítulo de la pulseada entre el sector gremial y el Gobierno, el Sindicato de Camioneros, liderado por Hugo Moyano, ha elevado la apuesta al reclamar una suba salarial trimestral del 10%. Este pedido, que llega en un contexto de inflación persistente y tensiones en la negociación colectiva, ha generado un clima de alerta en el ámbito político y empresarial.
El reclamo de Camioneros y su impacto en la negociación colectiva
El sindicato, uno de los más poderosos del país, ha presentado formalmente su reclamo ante el Ministerio de Trabajo, argumentando que el aumento es necesario para «proteger el poder adquisitivo de los trabajadores» frente a la inflación. La propuesta incluye un ajuste trimestral del 10%, lo que equivaldría a un incremento anualizado cercano al 40%, superando ampliamente las proyecciones oficiales de inflación para 2025.
Este movimiento ha sido interpretado como una clara señal de fuerza por parte de Moyano, quien históricamente ha mantenido una relación compleja con los gobiernos de turno. «Camioneros está marcando la cancha y poniendo en evidencia la falta de consenso en la política salarial», señaló un analista laboral.
Reacciones del Gobierno y el sector empresarial
Desde el Gobierno, las reacciones han sido cautelosas, aunque no exentas de preocupación. Fuentes oficiales han señalado que el reclamo de Camioneros es «desafiante» y que podría generar un efecto dominó en otras negociaciones salariales. El ministro de Trabajo, Raquel Olmos, ha convocado a las partes a una mesa de diálogo, aunque ha dejado en claro que «los acuerdos deben ser razonables y sostenibles».
Por su parte, el sector empresarial ha mostrado su rechazo al pedido, argumentando que un aumento de esa magnitud sería «insostenible» para muchas empresas, especialmente las pymes. «Esto podría generar un impacto negativo en la competitividad y el empleo», advirtió un representante de la Cámara de Comercio.
¿Hacia un nuevo conflicto gremial?
El reclamo de Camioneros llega en un momento de crecientes tensiones entre el Gobierno y los sindicatos, en medio de un escenario económico complejo marcado por la inflación y el ajuste fiscal. Muchos analistas ven en este movimiento un intento de Moyano de recuperar protagonismo en la escena gremial y presionar al Ejecutivo en un año clave.
«Este reclamo no es solo económico, es político», afirmó un dirigente gremial cercano a Camioneros. «Moyano está enviando un mensaje claro: no va a permitir que los trabajadores pierdan frente a la inflación, y está dispuesto a llevar la pulseada hasta las últimas consecuencias».
Por ahora, el clima es de espera, mientras el Gobierno evalúa su estrategia y el sector empresarial se prepara para lo que podría ser un nuevo conflicto gremial. Lo cierto es que el reclamo de Camioneros ha puesto en evidencia las tensiones latentes en la relación entre el sindicalismo y el Gobierno, en un contexto económico que sigue siendo desafiante.