El intendente José Rodríguez Ponte lo definió a través de un decreto por la situación hídrica que se atraviesa y por los pocos avances, en este sentido, de la denuncia realizada ante la Dirección de Saneamiento y Obras Hidráulicas del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires.
Mediante el dictamen se le ordenó al Área de catastro Municipal una identificación de cada uno de los terraplenes, con su ubicación exacta y el nombre del titular del establecimiento en el que se encuentran.
Para lograr un trabajo más integral se invita a la Sociedad Rural, al Honorable Concejo Deliberante y a los productores interesados a participar de manera espontánea con información que será resguardada y chequeada por el municipio para controlar las pasadas de agua.
Toda la información deberá ser relevada en 20 días y el resultado será elevado a la Autoridad del Agua; además de notificar a los titulares de los campos sobre situaciones irregulares que pudiesen ser encontradas en sus propiedades e instándolos a solucionarlas