Desde la agrupación que diagramó el proyecto aprobado la semana pasada por el Concejo Deliberante, defendieron el trabajo realizado sobre la aplicación de los productos fitosanitarios. “Varias universidades de la Argentina nos han pedido copia de la ordenanza para trabajarla academicamente como modelo a seguir” resaltaron.
El 13 de mayo pasado los concejales del partido de Mar Chiquita aprobaron una ordenanza que estableció nuevos límites en el uso de agroquímicos en el distrito. Automáticamente, las voces de diversas entidades ambientalistas no tardaron en hacerse oír, dando inicio a un fuerte reclamo para que el intendente Paredi vete la nueva normativa.
En contrapartida, desde la organización Campo y Medio Ambiente, encargada de elaborar el proyecto que se convirtió finalmente en ordenanza, se contactaron para dejar en claro su punto de vista y refutar las acusaciones que pesan sobre sus estudios de impacto ambiental, entre otras definiciones sobre los pasos desarrollados para diagramar la iniciativa.
“Fuimos citados a finales de 2019, en tanto y en cuanto la justicia había ordenado al Concejo Deliberante y al Ejecutivo conducido por Paredi, sacar una ordenanza respecto de la aplicación de productos fitosanitarios. Se conformó un grupo donde trabajan ingenieros agrónomos, químicos, técnicos en apicultura, técnicos en forestación, contadores especializados en empresas agrarias, docentes de la UNMdP, docentes de la UBA, docentes de la Universidad Austral, abogados especialistas en el tema, productores y también se hizo un paneo con ambientalistas biólogos de la zona, en especial de Mar Chiquita” aseguraron en primera instancia desde la organización.
Luego de un trabajo que duró cinco meses, los especialistas elevaron el proyecto a las diversas partes involucradas. “Fue trabajado con concejales del oficialismo y de la oposición, fue elevado a ambientalistas de la zona que trabajan con nosotros, a pequeños comerciantes, a pequeños explotadores rurales, quinteros, gente que quiere hacer agronomía ecológica y gente que quiere hacer trabajos agrícolas de intensidad”, aseguraron desde Campo y Medio Ambiente.
De acuerdo a lo detallado por los integrantes del grupo, “el proyecto es muy moderno y está a la altura de las circunstancias”. “Es un logro para nosotros y es un logro para el partido, ya que de varias universidades de la Argentina nos han pedido copia de la ordenanza para trabajarla académicamente como modelo a seguir” aseveraron.
Según los especialistas que la diseñaron, la ordenanza tiene algunos ítems a resaltar. “Primero se hace énfasis en que la responsabilidad de cualquier práctica es del productor y del ingeniero agrónomo que tendrá que estar in situ mientras se producen las aplicaciones, que se deben hacer en un horario preciso, con GPS satelital y con fitosanitarios aprobados por Senasa. Se hace responsable a los propios aplicadores, a las empresas aplicadoras y a los que manipulan los productos. Todos tienen que estar autorizados conforme a ley, con carnet de conducir máquinas, carnet de aplicadores e ingenieros agrónomos matriculados. Todo asentado en un registro digital oficial para darle máxima publicidad. Eso es inédito” resaltaron en ese sentido.
“Un segundo punto en que se hace fuerte la ordenanza es en excluir 150 metros, cuando las derivas científicamente comprobadas por universidades y por el Ministerio de Agricultura son de 12 metros, se multiplicó la deriva por 10 hasta los 120 y se le agregó 30 metros más. O sea que la zona de seguridad que por tecnisismos ingenieriles es de 10, se puso 150. O sea se le multiplicó por 10 más 30 metros más. Y se le agregó 50 metros más por si hubiera alguna escuela. Incluso en ese tema se hizo hincapié en que se debe trabajar cuando no hay días de clases”, destacaron a continuación.
“Nuestro grupo está muy satisfactoriamente agradecido por la gente que nos convocó. Salió por unanimidad en el Concejo Deliberante, que también fue consultado por ambientalistas” celebraron por último los integrantes de Campo y Medio Ambiente.
“Lo que nosotros quisimos hacer es una diagonal entre la producción y el medio ambiente basada solamente en ciencia. Ciencia química, mecánica, ingeniería y de técnicos. Y a nuestro modo de ver quedó un proyecto muy moderno, equilibrado, equitativo y justo entre los dos ejes, el de producir y el de cuidar el medio ambiente. Se trabajó con impactos ambientales que salieron todos excelentes. Se trabajó sobre ciencia. No es contra nadie ni a favor de nadie”, concluyeron.