Francisco Echarren lo anunció exultante en sus redes sociales señalando que «se aprobó por unanimidad la ordenanza que presentamos para regular el cultivo de cannabis medicinal en Castelli». El proyecto enviado el 1 de noviembre fue aprobado en tiempo récord.
Ahora bien, cuesta entender los dichos del intendente ya que si habla de regular el cultivo, ¿ya hay cultivo?
Y lo que se cultiva no es el cannabis medicinal per sé, lo que se planta y cultiva es, justamente, la planta de marihuana. De esa planta, específicamente de la variedad sativa, se extraen componentes que tienen uso medicinal.
«Un nuevo tiempo comienza para trabajar en el desarrollo de este proyecto de salud. Muy bien los concejales, también opositores, por votar algo bueno para la ciudad. Reconozco cuando apuestan al futuro de Castelli sin miserias ni especulaciones políticas», prosiguió Echarren quien parece desconocer la tarea de organizaciones como Mamá Cultiva que hace años vienen luchando para legalizar el uso terapéutico que mejora ciertas condiciones de salud de sus hijos.
Por la escasa seriedad que el tema le amerita, la vanguardia a la que quiere aludir el jefe comunal de Castelli se acerca más al sketch de Peter Capusotto que a una mejora significativa en materia de salud pública.