Según se puede observar en el detalle, de no haber entrado en vigencia la Emergencia Tarifaria dispuesta por el Gobierno Nacional, que congeló el valor de las tarifas hasta el mes de diciembre próximo, las facturas de gas por consumo residencial podrían ser al día de hoy un 86% más caras.  

Dicha Emergencia Tarifaria evitó que se aplicaran los aumentos que estaban previstos para los meses de abril y octubre del corriente año (columnas en color gris), con el consecuente encarecimiento del consumo para usuarias y usuarios residenciales. El beneficio alcanza a más de 8,5 millones de usuarios y usuarias domiciliarios. 

La medida cobra relevancia particular ya que, como muestra el Informe Gráfico (IG), entre enero 2016 y abril 2019 (última actualización semestral) la factura promedio residencial ya había registrado un aumento del 1.046%, equivalente a unos 1.213 pesos adicionales.  

Además, y de acuerdo con los cuadros tarifarios vigentes entre enero 2016 y octubre 2019, tal como lo demuestra el IG de referencia, la factura promedio de los usuarios residenciales (todas las subcategorías tarifarias), para un consumo mensual promedio, siempre registró un incremento superior a la inflación acumulada en cada período.