“Quiero un instauram” fue el pedido textual de un/a candidata/o refiriendo a una cuenta de Instagram y sin reparar en el error repetía cual letanía, “quiero marketing, marketing, marketing”.
“Queremos videítos (material audovisual) que muestren el avance de las obras en los caminos rurales”. Y el ejemplo que recibo a modo de sugerencia tiene música de fondo en inglés y la palabra banquina, escrita con “v”.
Es innegable que toda campaña política tiene su correlato en la difusión on line y que la misma debe tenerlo con la gestión y/o las propuestas que constituyen la plataforma electoral.
No vamos a develar aquí cómo se hace, ya que de eso vivimos, pero genera escozor el manejo pésimo, ignorante, descuidado y arcaico que se advierte desde la mirada profesional.
Los ejemplos abundan: El rol de la mujer en la política…”Festejar” el día de la mujer”. No contestar los mensajes y acumular debajo de un posteo, epítetos contra el candidato y sus familiares, etc.
La comunicación on line y las redes son como el psicoanálisis. Si no se está dispuesto a invertir tiempo, confiar y sobre todo escuchar, la abstención es el mejor recurso.
*Graduada con Medalla de Honor en el Tec de Monterrey
Especializada en Comunicación On Line y Gestión de Liderazgo